I dream

Los sueños sirven para clasificar la gran cantidad de informacion que recibimos a lo largo del dia. Nos abren las puertas de nuestro subconsciente y dejan que afloren sentimientos y traumas que permanecían en profundo letargo en nuestra memoria.

En ocasiones se dan aquellos que los expertos llaman sueños lúcidos. En ese tipo de sueños uno es consciente de que está soñando y... ¡ah! libertad. Libertad extrema. Inmortalidad. Sabes que puedes hacer lo que quieras, que no habrá consecuencias y que nada ni nadie podrá hacerte daño. Dicen los expertos que no son sueños útiles, puesto que desde el momento en que tu controlas el sueño éste no te ayuda a superar tus problemas. Discrepo. Es una buena forma de descargar la mente y el alma y ésto puede ayudar en la vida real.

Cada persona tiene su propio simbolismo onirico. Yo, por ejemplo, solía soñar con bosques, castillos, mansiones antiguas y escenas detalladas en extremo. Ahora han cambiado. Sueño con mercados, ferias, campo abierto entre montañas... Los sueños han perdido la nitidez de antaño y aparecen fragmentados. Los desconocidos suelen ser rubios (un sueño me reveló por qué) y tengo cierta tendencia a restar un año a la gente.


Os dejo un ejemplo de la anterior grandeza de mi imaginacion y os recuerdo que hoy hay luna llena.

Estoy en una plaza medieval y contemplo una mansión. Sé que encerrado ahí esta un chico y hay que salvarlo, por lo que ideo un plan con una amiga. El chico se asoma (tiene melena larga (casi por los codos), rizada y negra, y moreno (tiene gracia, clavadito a Jarkko Ahola, vocalista de Teräsbetoni, al que no conocía cuando soñé esto) y nosotras nos tenemos que esconder para que no nos vea su familia (muy Sweeney Todd, jaja) Vamos caminando alrededor de la mansión y veo una inscripción que pone: "Hwaet! Wé Gárdena da damy in géardagum (extraña mezcla de inglés antiguo y sánscrito, xdd)".
Luego corremos por unos atrios que pertenecen a la casa y salimos hasta el pueblo (antes de eso pasó algo, pero no lo recuerdo). Desde allí nos dirigimos a un pantano y nos mojamos porque caminamos demasiado a la orilla.
Al final acabamos en un prado en el que había que recoger unas rosas para hacer un perfume para la casa del chico, lo que esta relacionado con salvarlo, pero para que salieran de la tierra había que cantar. Me pongo a cantar canciones del Atlantis, y a la cuarta salen rosas de muchos colores y muy vivos: rojas, rosas, blanca, azules, verdes, amarillas, moradas, etc. Empezamos a recogerlas.

Lisse oloori (dulces sueños)



Dedicado a Eva, gran fan de mis sueños.