Siempre habia deseado una boda de ensueño con un principe azul. Todos le decian que era muy romantica, que su utopia no era probable que se cumpliera. Se equivocaban, todos sus sueños estaban haciendose realidad. Su prometido era el hombre mas encantador del mundo, jamas hubiera podido imaginar que alguien tan perfecto se enamoraria de ella. Y ella le queria con toda su alma.
- ¿En que piensas? -pregunto un apuesto joven a Aîcliä, mientras le ofrecia una rosa roja.
- En nada, querido, solo divagaba -le contesto con una sonrisa.
- Resultas adorable cuando te pierdes en tus ensoñaciones.
- No es cierto -repuso ella sonrojandose -tu me miras con buenos ojos.
- En nada, querido, solo divagaba -le contesto con una sonrisa.
- Resultas adorable cuando te pierdes en tus ensoñaciones.
- No es cierto -repuso ella sonrojandose -tu me miras con buenos ojos.
- Con los ojos del amor.
- Nuestras conversaciones chorrean miel y azucar -rio Aîcliä.
- Nuestras conversaciones chorrean miel y azucar -rio Aîcliä.
- ¿Y que mas da? nadie nos ve, nadie nos juzga -dijo depositando un suave beso en sus labios- ademas siempre estas tu para romper la magia -sonrio.
- Creia que yo era la que la creaba...
- Y asi es.
Aquella tarde transcurrio apaciblemente entre musica de piano, una merienda a base de pastelillos y te y lectura de fragmentos de la nueva creacion de la escritora, que su futuro esposo escuchaba pacientemente para poder contribuir con sus propias ideas y mejorar la calidad de sus escritos. Se complementaban a la perfeccion.
- Es una obra maestra -comento el joven tras escuchar el ultimo relato de Aîcliä.
- Voy a tratar de que me lo publiquen, los relatos de aventuras estan en boga y poco a poco me podre hacer un nombre en este mundo, siempre he soñado con ser escritora... -comento mientras comia un pastelillo de chocolate con pasas.
- Te conozco, seras capaz de lograr todos tus sueños -dijo el mientras la joven le sonreia.
Si, era perfecto.
- Mañana por la tarde mi tia me hara una visita, me gustaria que la conocieras -comento el joven.
- ¿Tu tia? ¿la aristocrata?
- Si, ¿como lo sabias?
- Sera porque es la unica tia tuya que no conozco...
- Si, ¿como lo sabias?
- Sera porque es la unica tia tuya que no conozco...
- Claro... pues bien, vendra de visita y me gustaria que vinieras, es algo especial, pero deseo que la conozcas.
- ¿Algo... especial? ¿a que te refieres?- Ya lo veras...
La tarde siguiente Aîcliä se presento en la mansion de su prometido vestida con un elegante traje azul de muselina y un sencillo recogido, ademas de una caja de dulces caseros. Seguro que a la tia de su futuro esposo, que habia estado viviendo en Australia desde hacia varios años, le encantarian. Una vez en la sala, vio a una dama vestida con un traje de colores terrosos y un sombrero que ocultaba parcialmente el ralo pelo que lucia. Esta le dedico una amplia sonrisa y la cogio de las manos mientras la saludaba efusivamente.
- Esta es mi tia, Lady Arüora. Te presento a Aîcliä, mi prometida.
- ¡Hola! ¡hay que ver, eres absolutamente divina! ¡encantadora! -la alabo.
- Gracias... -se sonrojo Aîcliä- encantada de conocerla.
- Aîcliä ha traido parte de la merienda, ire a pedir que sirvan el te.
- ¡Ve, querido! asi las mujeres nos conoceremos mejor -dijo Lady Arüora, guiñandole un ojo a la joven en gesto de complicidad. Aîcliä estaba encantada, la tia de su prometido era muy simpatica.
- ¡Ve, querido! asi las mujeres nos conoceremos mejor -dijo Lady Arüora, guiñandole un ojo a la joven en gesto de complicidad. Aîcliä estaba encantada, la tia de su prometido era muy simpatica.
- Asi que ha vivido usted en Australia... -comento cuando se quedaron a solas. La dama caminaba por la estancia sin mirar a la joven, contemplando los cuadros y detalles ornamentales que la rodeaban.
- Si, es un lugar muy interesante -respondio vagamente. En ese momento Aîcliä la bautizo en su mente como "La Kangaru"- Bien...
Lady Arüora la miro por fin y aunque la amplia sonrisa aun adornaba su rostro su mirada parecia repentinamente fria.
- Creia que mi sobrino escogeria a una mujer... diferente.
- ¿Que quiere usted decir?
- ¡Oh! bueno... es simplemente que tienes una belleza... tan clasica... -comento observando los ojos azules y el pelo rubio de su acompañante- y tus modales... debere impartirte clases de etiqueta.
- ¿Perdon? ¡he recibido una educacion excelente! -contesto Aîcliä alzando la voz.
- ¡Oh! bueno... es simplemente que tienes una belleza... tan clasica... -comento observando los ojos azules y el pelo rubio de su acompañante- y tus modales... debere impartirte clases de etiqueta.
- ¿Perdon? ¡he recibido una educacion excelente! -contesto Aîcliä alzando la voz.
- No lo estas demostrando, querida. Mi sobrino tiene una fortuna que debe mantener, y no creo que juntarse con cierto tipo de personas... porque tu quieres ser escritora, ¿no es cierto?
- Precisamente eso demuestra que tengo cierta cultura, ¿no? -pregunto la joven, comenzado a enfadarse.
- Precisamente eso demuestra que tengo cierta cultura, ¿no? -pregunto la joven, comenzado a enfadarse.
- Los cuentos de hadas... ¿literatura para niños? no es un camino muy elegante...
- ¿Como..?
Aîcliä se interrumpio cuando vio aparecer a su prometido con la bandeja del te.
- ¡Sobrino! ¿como sirves tu la bandeja? ¡no es propio de tu clase social!
- Venga, tia, los tiempos de la esclavitud han finalizado.
- ¿Como..?
Aîcliä se interrumpio cuando vio aparecer a su prometido con la bandeja del te.
- ¡Sobrino! ¿como sirves tu la bandeja? ¡no es propio de tu clase social!
- Venga, tia, los tiempos de la esclavitud han finalizado.
- Tu futura esposa es una criatura encantadora... ¡que buen partido! -dijo la mujer cambiando de tema.
- Es la mujer perfecta para mi.
Aîcliä sonrio a su prometido y dirigio una fria mirada a Lady Arüora, que no le paso desapercibida al joven.
- Te dije que era algo especial... -susurro cuando se sentaron.
- Desde luego esta merienda promete ser fascinante... -murmuro Aîcliä.
- Es la mujer perfecta para mi.
Aîcliä sonrio a su prometido y dirigio una fria mirada a Lady Arüora, que no le paso desapercibida al joven.
- Te dije que era algo especial... -susurro cuando se sentaron.
- Desde luego esta merienda promete ser fascinante... -murmuro Aîcliä.
Dedicado a Alicia, ¡feliz cumpleaños papisa!
4 comentarios:
así que Lady Arüora es "la kangaru"? no debería ser "la kangaru calva" o algo así? :p
Ay me ha encantado el regalooooooo Wherynn jajajajajajajajajaja me he partido de la risa, preguntaré a Arüora si tiene algún sobrino jajajaja me meo!!! jejejejejejeeje
sabes una cosa? me encanta que me pintes como que todo lo que quiero se cumple :p jajajajaja
Gracias por el regalo :) gracias!!!! (L)
jajajaja me encanta, es ideal!! Me recordó a Elizabeth y Robert Browning, y con infulencias milanesas!! jajajaja
Me gusta mucho!! Casi me había olvidado de la kanguru!!! Chicas, de verdad, solo tengo q pensar en vosotras para q se me pase el estres un rato, entre las historias y las sandalias.... jejeje
Un beso a la cumpleañera y una enhorabuena a la escritora!!
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