La magia siempre resultaba ser un misterio, el enigma mas complejo que vaga por los terrenos de la incognita. Nunca sabian a lo que se enfrentaban, solo que lo llevaban en la sangre y que todo tenia una solucion, por dificil que pareciera. Todo acertijo tiene respuesta.
- Lo primero seria buscarle ropa... ¿no? -sugirio Nälya. Shÿla se retiro en silencio mientras Mâry trataba de tranquilizar a la genio y regreso con un vestido semejante al atuendo que antes llevaba la joven.
- ¿Quienes sois? -preguntaba la chica mientras se vestia.
- Somos...- Espera. A lo mejor no es prudente - susurro Mâry a Nälya.
- ¿Por que no?
- No sabemos "que" es. ¿Humana? a lo mejor conserva algo de magia en su interior y se vuelve en nuestra contra -le murmuro.
- ¿De que hablais? no entiendo absolutamente nada... -sollozo Yrguv.- Esta bien, no pasa nada. Estamos aqui para protegerte. Cuentanos algo de ti.
- ¿Como se que puedo fiarme de vosotras?
- Somos tres contra una, de todas todas tendras que confiar... -comento Shÿla.
- Mira que puedes ser cafre... -respondio Märy- no te haremos nada, cuentanos.
- Me llamo Yrguv, tengo 24 años y naci en Sÿrmû, una pequeña aldea arabe. Mis padres poseen una gran fortuna y estoy prometida con un hombre muy rico y... -hizo una mueca de desagrado y dejo de hablar.
- ¿No te gusta? -pregunto Mâry.
- Nadie me ha dejado escoger. No es el hombre al que amo -suspiro- ademas es viejo y mis padres parecen temerle por alguna razon que desconozco...
- ¿De que epoca eres?
- ¿Perdona?
- Shÿla... tacto...
- Antes nos dijiste... bueno, has nacido hacia 1700...
- 1728.
- Claro...
- ¿Que pasa?
- Veras... es algo dificil de explicar... ¿que es lo ultimo que recuerdas antes de... despertar aqui?
- Estaba con mi prometido, le acababa de descubrir frente a una marmita murmurando palabras extrañas. Creo que juega con magia, o supersticion, no lo se. Lo siguiente que recuerdo es que me vio, me apunto con una varita y de pronto estaba aqui.
Las brujas se quedaron en silencio. Estaba claro que el prometido de Yrguv la habia convertido en genio para tenerla atada con magia, pero no entendian por que la chica era incapaz de recordar su vida hasta ese instante en que la habian liberado.
- ¿Tu... alguna vez has hecho magia?
- En serio Shÿla, hoy estas sembrada...
- ¿Yo? jamas. Bueno... es cierto que he tenido algunos... sueños profeticos, por asi decirlo. Pero solo son sueños, casualidades...
- La magia existe, Yrguv. Nosotras... nosotras somos brujas. ¡Buenas! -aclaro Mâry, viendo la cara que ponia la joven y como habia retrocedido.
- No... imposible. ¿Que es eso? -pregunto al oir un extraño ruido fuera. Sin que ninguna pudiera evitarlo, la chica se asomo a la ventana y se quedo boquiabierta. ¿Que eran esas casas inmensas y tan altas? ¿que eran esos objetos cuadrados con ruedas? ¿por que todo parecia tan... diferente a su Arabia?
- ¿Donde estoy?
- Ehmhmhm... bienvenida... al siglo XXI -anuncio Nälya.
- ¡Ahora no fui yo! -grito Shÿla ufana.
- ¿Veintiuno? ¿que? ¿tiene que ver con lo que me hizo mi prometido? ¿ha hecho magia conmigo?
Mâry le explico detenidamente la parte de su historia que conocian e Yrguv se quedo pensativa. Asi que una genio... increible... la profecia...
- ¿Que? -pregunto Mâry, al ver que la chica no hablaba.
- Una vez soñe... con una genio muy poderosa destinada a vencer a un gran demonio que asolaba Sÿrmû. El demonio tenia el rostro de mi prometido, y supuse que era porque le odio... y el mundo parecia muy diferente, quizas... como de otra epoca.
- ¿Significa eso... que hemos interferido?
- Creo que si.
Las jovenes guardaron silencio nuevamente.
- Tal vez ya lo hayas vencido...
- No. Me regalo un bello cristal azul y me dijo que encerraba una poderosa magia que nos mantendria siempre unidos hasta que se rompiera por voluntad propia. Ahora creo que era mas literal de lo que parecia...
- Pero no tiene sentido, te daba una pista sobre su paradero... ¿por que?
- Supongo que por mis padres. Los cristales deben estar conectados... si, tambien lo he soñado -contesto a la pregunta que Nälya no habia pronunciado.
- ¿Y donde esta ese cristal?
- La ultima vez lo llevaba anudado al cuello...- ¡La botella!
Mâry la cogio con rapidez y les explico a las demas que ojeando dentro habia visto un cristal azulado. Con un conjuro sencillo lo sacaron y lo observaron detenidamente.
- Esta es la clave. Frotalo.
- ¿Frotarlo?- Si, ya sabes, rollo genio -dijo Shÿla.Yrguv froto el cristal y se quedo en trance.
- ¿Que ves?
- Sÿrmû -contesto con voz ausente- demonio... vive o muere... tiempo... nunca... - la joven abrio los ojos.
- ¿Y bien?
- ¿Estais dispuestas a vivir la aventura magica mas grande que hayais conocido?
- Si -dijeron las tres al unisono sin dudarlo ni un instante.
- Sois tan buenas... entonces preparad un conjuro que nos traslade a Sÿrmû, y unas cuantas pociones de combate...
Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños singstar!
- Lo primero seria buscarle ropa... ¿no? -sugirio Nälya. Shÿla se retiro en silencio mientras Mâry trataba de tranquilizar a la genio y regreso con un vestido semejante al atuendo que antes llevaba la joven.
- ¿Quienes sois? -preguntaba la chica mientras se vestia.
- Somos...- Espera. A lo mejor no es prudente - susurro Mâry a Nälya.
- ¿Por que no?
- No sabemos "que" es. ¿Humana? a lo mejor conserva algo de magia en su interior y se vuelve en nuestra contra -le murmuro.
- ¿De que hablais? no entiendo absolutamente nada... -sollozo Yrguv.- Esta bien, no pasa nada. Estamos aqui para protegerte. Cuentanos algo de ti.
- ¿Como se que puedo fiarme de vosotras?
- Somos tres contra una, de todas todas tendras que confiar... -comento Shÿla.
- Mira que puedes ser cafre... -respondio Märy- no te haremos nada, cuentanos.
- Me llamo Yrguv, tengo 24 años y naci en Sÿrmû, una pequeña aldea arabe. Mis padres poseen una gran fortuna y estoy prometida con un hombre muy rico y... -hizo una mueca de desagrado y dejo de hablar.
- ¿No te gusta? -pregunto Mâry.
- Nadie me ha dejado escoger. No es el hombre al que amo -suspiro- ademas es viejo y mis padres parecen temerle por alguna razon que desconozco...
- ¿De que epoca eres?
- ¿Perdona?
- Shÿla... tacto...
- Antes nos dijiste... bueno, has nacido hacia 1700...
- 1728.
- Claro...
- ¿Que pasa?
- Veras... es algo dificil de explicar... ¿que es lo ultimo que recuerdas antes de... despertar aqui?
- Estaba con mi prometido, le acababa de descubrir frente a una marmita murmurando palabras extrañas. Creo que juega con magia, o supersticion, no lo se. Lo siguiente que recuerdo es que me vio, me apunto con una varita y de pronto estaba aqui.
Las brujas se quedaron en silencio. Estaba claro que el prometido de Yrguv la habia convertido en genio para tenerla atada con magia, pero no entendian por que la chica era incapaz de recordar su vida hasta ese instante en que la habian liberado.
- ¿Tu... alguna vez has hecho magia?
- En serio Shÿla, hoy estas sembrada...
- ¿Yo? jamas. Bueno... es cierto que he tenido algunos... sueños profeticos, por asi decirlo. Pero solo son sueños, casualidades...
- La magia existe, Yrguv. Nosotras... nosotras somos brujas. ¡Buenas! -aclaro Mâry, viendo la cara que ponia la joven y como habia retrocedido.
- No... imposible. ¿Que es eso? -pregunto al oir un extraño ruido fuera. Sin que ninguna pudiera evitarlo, la chica se asomo a la ventana y se quedo boquiabierta. ¿Que eran esas casas inmensas y tan altas? ¿que eran esos objetos cuadrados con ruedas? ¿por que todo parecia tan... diferente a su Arabia?
- ¿Donde estoy?
- Ehmhmhm... bienvenida... al siglo XXI -anuncio Nälya.
- ¡Ahora no fui yo! -grito Shÿla ufana.
- ¿Veintiuno? ¿que? ¿tiene que ver con lo que me hizo mi prometido? ¿ha hecho magia conmigo?
Mâry le explico detenidamente la parte de su historia que conocian e Yrguv se quedo pensativa. Asi que una genio... increible... la profecia...
- ¿Que? -pregunto Mâry, al ver que la chica no hablaba.
- Una vez soñe... con una genio muy poderosa destinada a vencer a un gran demonio que asolaba Sÿrmû. El demonio tenia el rostro de mi prometido, y supuse que era porque le odio... y el mundo parecia muy diferente, quizas... como de otra epoca.
- ¿Significa eso... que hemos interferido?
- Creo que si.
Las jovenes guardaron silencio nuevamente.
- Tal vez ya lo hayas vencido...
- No. Me regalo un bello cristal azul y me dijo que encerraba una poderosa magia que nos mantendria siempre unidos hasta que se rompiera por voluntad propia. Ahora creo que era mas literal de lo que parecia...
- Pero no tiene sentido, te daba una pista sobre su paradero... ¿por que?
- Supongo que por mis padres. Los cristales deben estar conectados... si, tambien lo he soñado -contesto a la pregunta que Nälya no habia pronunciado.
- ¿Y donde esta ese cristal?
- La ultima vez lo llevaba anudado al cuello...- ¡La botella!
Mâry la cogio con rapidez y les explico a las demas que ojeando dentro habia visto un cristal azulado. Con un conjuro sencillo lo sacaron y lo observaron detenidamente.
- Esta es la clave. Frotalo.
- ¿Frotarlo?- Si, ya sabes, rollo genio -dijo Shÿla.Yrguv froto el cristal y se quedo en trance.
- ¿Que ves?
- Sÿrmû -contesto con voz ausente- demonio... vive o muere... tiempo... nunca... - la joven abrio los ojos.
- ¿Y bien?
- ¿Estais dispuestas a vivir la aventura magica mas grande que hayais conocido?
- Si -dijeron las tres al unisono sin dudarlo ni un instante.
- Sois tan buenas... entonces preparad un conjuro que nos traslade a Sÿrmû, y unas cuantas pociones de combate...
Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños singstar!
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