19 diciembre 2018

Eternal Flame

Año 480 D.C. Lugar desconocido.

Se encontraba en una estancia de piedra iluminada con antorchas. El ambiente era solemne y podía sentir una energía mágica manando de los muros y de los magos encapuchados que la rodeaban. Thöw estaba a su lado. No tenía nada que temer. 


Año 2009 D.C. Parque Azëbera.

- Bueno... pues tendremos que seguir protegiendo la piedra, ¿no?

Jeanpo contempló a Srynna, que guardó silencio. La situación era realmente grave, pero le seguía pareciendo tan irreal, tan surrealista... ¿Cómo dos personas normales como ella y Wherynn habían acabado metidas en tal lio, con magia, guerreros antiguos y viajes en el tiempo incluidos? Cuando todo acabara convencería a Wherynn para que escribiera un libro, ¡Sería una historia estupenda!

- Aún no entendéis... El mundo tal y como lo conocéis podría acabar -dijo el guerrero con voz apagada- En un suspiro. No seríais capaces de recordar nada que no fuera la esclavitud más cruel, los Nöh os torturarían hasta la locura...
- Si se ponen en plan egipcios necesitarán que estemos cuerdas para construir sus pirámides y monumentos... -respondió Srynna, segura de sí misma.
- ¿Hablas en serio? -cuestionó él, molesto por su actitud imprudente. 
- Jeanpo… Sé que estamos en medio de una aventura épica increíble, que parece mentira, pero se que todo saldrá bien. En los grandes relatos literarios todo acaba bien. No puede ser de otra forma.
- ¡Esto es la vida real! -exclamó el joven exasperado.
- Quizá solo una de tantas vidas reales... Yo no temo a la tumba, ¿sabes? No tengo miedo.
- ¿Alguna vez has estado a punto de morir? -preguntó Jeanpo alterado.
- ¡No! Y se que esta vez tampoco estoy cerca. Me queda mucho, los Nöh serán destruidos y todo volverá a ser como siempre. Tú volverás a tu época y esto solo será la gran hazaña de nuestra juventud...

Nunca la había visto tan serena y madura. Y eso le asustaba. Y le dolía. No quería volver a su época y abandonar a sus dos locas...

- Vuelve a llover. Será mejor que nos resguardemos -terció la chica con voz maternal.


Año 480 D.C. Lugar desconocido.

El viento susurraba entre las torres del templo. Un viento helado que le recordaba al invierno que aún estaba tan lejano... Sin embargo, en aquel lugar en medio de la nada, la nieve caía con suavidad sobre las montañas. Un auténtico lugar de recogimiento y meditación.

- Lo has hecho muy bien, Mapa Cósmico. Nunca debí dudar de ti... Pero había tantas cosas que ignoraba... -comentó Thöw con voz ausente.
- Ya, lo entiendo, no te preocupes... ¿Cuándo regresamos?
- ¿Regresar? -preguntó el mago mirando la nieve. Quizá ya no haya donde regresar...


Año 2009 D.C. Parque Azëbera.

La noche transcurrió tranquila aunque los chicos durmieron inquietos. Estaban pendientes de cualquier ruido: crujido de ramas, la lluvia, algún chillido de animales desconocidos -¡espero que no sean ratas o gritaré! exclamó Srynna- y sonidos que no eran capaces de identificar pero parecían corresponder a los naturales en un parque donde la gente hacía acampada. Por la mañana temprano, unos leves rayos de sol les hicieron levantarse.

- Se nota que estamos casi en otoño... ¡Mira esas hojas! -señaló Srynna a los árboles, cuyas hojas caían en una danza sumamente relajante con la brisa matutina.
- ¿No te extraña que esos dos no hayan vuelto? -preguntó Jeanpo con voz cavernosa.
- Bueno... Un poco sí, pero tenían muchas cosas de las que hablar al parecer... El pasado misterioso de Thöw y eso, se habrán quedado allí a dormir, no sé... 

Jeanpo salió de la tienda poco convencido. No quería invocar a Thöw y parecer un paranoico, pero en parte deseaba una excusa para que volvieran y les contaran todo, y se acabase toda aquella pesadilla... No quería volver a ver aldeas arrasadas y gente quemada viva o las atrocidades aún peores que eran capaces de cometer en esa tribu... Construir pirámides, ojalá... 

- ¡Mira, la ardilla cotilla! -exclamó Srynna. 

La ardilla de capa negra portaba consigo un pequeño pergamino que parecía muy arrugado. Srynna lo cogió y el animalillo se alejó con prisa, subió a la rama de un árbol y se les quedó observando ensimismada. 

- ¿Qué pone? -preguntó tendiéndoselo a Jeanpo.
- Míralo... Es como... ¿Un hechizo? Pone "Para W".
- ¿Whers? -adivinó Srynna.
- Supongo... No entiendo nada... ¿Será de su novio el Nöh?
- ¡Qué romántico!

El guerrero la miró entre anonadado y furioso.

- ¿"Romántico"?
- ¡El malvado Nö y la heroína Mapa Cósmico luchan por su amor en medio de una cruenta guerra! ¡Es el argumento perfecto para su novela!
- ¿De qué hablas? -cuestionó Jeanpo, aunque le aliviaba ver que Srynna volvía a ser la demente histérica de siempre.

Un tremendo crujido que sonó como un árbol partiéndose en dos les hizo saltar del susto y a Srynna lanzar un grito angustiado.

- Si antes lo pienso... -dijo para sí Jeanpo mientras buscaba con la mirada de donde procedía el ruido.
- ¿¿Qué ha sido eso?? -preguntó Srynna- ¿Quién anda ahí? ¡Ay, no, eso nunca se pregunta!
- Completamente loca... -murmuró Jeanpo mirando a todos lados.
- ¡¡Aaaaah!!

Varios Nöh surgieron del bosque encapuchados con sus temibles capas negras y sin pensárselo en absoluto Srynna lanzó una ráfaga de hielo, que dejó congelados a dos de ellos al mismo tiempo y el prado a su alrededor cubierto de escarcha. Jeanpo por su parte creó tal desasosiego en los corazones del enemigo que Srynna congeló a los otros tres con uno de sus torbellinos más poderosos y fascinantes.

- ¿Qué demonios..? ¡Nos atacan! -gritó la chica corriendo hacia los enemigos y comprobando que no podían moverse -¡Invoca a Thöw ya!

Jeanpo inició su retahíla de palabras, que fue interrumpida cuando una fuerza desconocida le atacó por la espalda haciendo que perdiera el conocimiento.


Dedicado a Jeanpo, ¡feliz cumpleaños majo!

No hay comentarios: